EDUCAR ES MÁS QUE UN VERBO
Partimos de la base de que la sociedad está en continua evolución y cambio y es por ello que no podemos permanecer en el sistema educativo de hace, no voy a decir 100 años, ni tan siquiera de los de hace 30.
La sociedad actual demanda personas creativas, competentes, autónomas, con dotes sociales, capaces de trabajar en equipo y con mucha mucha empatía, primando todo esto por encima de simples conocimientos teóricos.
Hay muchos ámbitos que explorar y desarrollar desde la escuela y no sólo desde ésta, sino también desde el seno familiar y social donde se mueven los ciudadanos del futuro, ¡que digo futuro!, del presente.
Existen multitud de retos que deberíamos plantearnos para la educación del siglo XXI:
- Competencias digitales: cometemos un error al confundir nativos digitales con competentes digitales. Al igual que no se concibe ya una persona que ingrese al mundo laboral sin un mínimo reconocido en adquisición lingüística (idiomas), ocurre lo mismo con la competencia digital. Saber mucho de redes sociales no significa ser competente digital. Cultura digital.
- Fomento de la creatividad: existe una inminente necesidad de repensar los sistemas educativos para evitar ahogar la creatividad de nuestros alumnos. Es decir, enterrar un sistema educativo basado en el control e instaurar uno de empoderamiento (desarrollo de la confianza en sus propias capacidades y acciones). El alumno nace siendo creativo y el sistema educativo ha de generar las condiciones para que pueda seguir desarrollando esa creatividad.
- Importancia de la educación emocional: la finalidad principal de la Educación es que cada sujeto pueda alcanzar un grado óptimo de bienestar social y emocional, y esto conllevará a un alto grado de adquisición cultural y de conocimientos, por lo que la educación emocional debe ocupar un lugar privilegiado en los sistemas educativos. Para ello los programas de formación docente deben dedicar una mayor atención a tales competencias.
- Importantísimo la cooperación entre familia, escuela y sociedad: la educación no debe ser exclusiva de los colegios: es posible aprender en cualquier lugar de la sociedad. Para ello debe existir conexión y cooperación entre familia, escuela y comunidad. La educación es una cuestión de toda la sociedad. Todos debemos tener la capacidad y responsabilidad de educar.
- El maestro debe tener como finalidad principal la mejora educativa de los discentes, centrado en la formación contínua y en la investigación constante, para conseguir crear una simbiosis excelente con su comunidad, alumnado y familias, alejado de la pura burocracia.
Un sinfín de retos que tenemos por delante para construir una sociedad mejor en todos los aspectos.